Nací en Villalpando, Zamora, y desarrollé mi actividad profesional como profesor de Sociología de la Universidad de Salamanca. Hasta el momento de mi jubilación no encontré el tiempo y el sosiego necesarios para dedicarme una afición siempre aplazada: el estudio de la historia en torno a algunos acontecimientos que atrajeron mi atención desde niño.
Fruto de esas inquietudes y de mis nuevas condiciones de vida fue El retiro del templario, una novela dedicada a los últimos momentos de la Orden del Temple en los reinos de León y de Castilla, con Villalpando y Tierra de Campos como marco geográfico y en un período tan convulso como fue el reinado de Fernando IV, “el Emplazado” (1295-1312).
En la preparación de la novela tuve la oportunidad de acceder a una información muy rica sobre nuestra tierra y sobre los actores entonces presentes: los templarios, los reyes y los nobles, los clérigos y los frailes y también la gente anónima que hacía posible el mantenimiento de aquella sociedad. Me pareció que esa información, tan interesante y tan trabajosamente buscada, no debía perderse, pues podía ser útil a cuantos se preocupan por la historia de nuestra tierra. Así que, después de dudar acerca de la forma que debía dar a su publicación, me animé a crear este blog, centrado en la época indicada.

La primera sección de esta página, Templarios, se dedicará a la divulgación de los documentos relacionados con la Orden del Temple, sobre la que existe una literatura muy abundante que se enriquece continuamente y que demuestra el interés que los “pobres caballeros de Cristo” siguen suscitando. Sin embargo, las publicaciones actuales ofrecen tal grado de diversidad que en muchos casos sólo coinciden en su referencia temática a los templarios, pues van desde los estudios rigurosamente históricos hasta las fantasías más o menos imaginativas. Aquí me ceñiré a presentar y comentar aquellos documentos y fuentes que utilicé como fundamento de mi novela y que en su momento fueron debidamente contrastados, así como otros estudios más recientes .
Nunca me había comprometido en la escritura de una novela. De ahí que el mismo proceso de elaboración me haya resultado tan interesante y aleccionador que lo iré describiendo en sucesivas entregas: desde los orígenes de la idea hasta su desarrollo final, desde la creación de situaciones hasta describir cómo, paso a paso, los protagonistas se van adueñando de su personaje e imponen su personalidad al mismo autor que los crea.

La recreación de la época indicada me obligó a ampliar los límites históricos, pues había situaciones que sólo se comprendían indagando en el pasado o buscando su final en hechos posteriores a los narrados en la novela. Así, sin pretenderlo, cuando me pregunté por la presencia de los templarios en Villalpando tuve que estudiar las circunstancias de la repoblación de Tierra de Campos; y para medir el alcance de esa presencia hube de llegar hasta el momento en que la villa dejó de ser realenga y se convirtió en señorío nobiliario, primero con Juan Alfonso de Benavides (1341) y definitivamente con Arnao de Solier (1369). Incluyo, por tanto, en este blog una segunda sección dedicada a Villalpando en la Edad Media, que abarcará el período comprendido entre el primer documento en que aparece su nombre (año 998) y su conversión en villa señorial (año 1369).

En una tercera sección introduzco el tema a que me dedico actualmente y que ocupa un puesto destacado en el imaginario social de la gente de Tierra de Campos. Me refiero a la guerra de las Comunidades, que tuvo en estas tierras uno de sus epicentros y que marcó definitivamente su historia. Obviamente, esta sección se denomina Comuneros.
Además de la tarea de divulgación de hechos y documentos relativos a los momentos históricos señalados, pretendo que esta página se convierta en un lugar de encuentro y de intercambio de conocimientos y opiniones de cuantos se interesan por historia de nuestra tierra.
Por último, quiero hacer constar mi agradecimiento a Cristina Tejada y a Miguel Infestas, cuya colaboración continuada hace posible este blog.
ÁNGEL INFESTAS GIL
Muchas gracias, Angel, por tu aportación al conocimiento de nuestra historia. Estaré atento a tus artículos tan interesantes como los publicados hasta hoy. Un abrazo.
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Hola, Pablo. Al jubilarme no encontré una afición más atrayente que estudiar nuestra historia. Me alegro que te gusten los resultados. Estoy abierto a sugerencias.
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Enhorabuena, Ángel, por tu trabajo sobre esos dos temas tan interesantes de la historia de tu pueblo y de Castilla. Orgullosos tienen que estar tus paisanos. A los que nos gusta la historia apreciamos tu esfuerzo y espero que dure muchos años. Un abrazo.
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Gracias por tus palabras, Julio. También espero que dure muchos años esta ocupación, que me sigue resultando apasionante. A ver si veo pronto tus trabajos.
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